La actividad agrícola y ganadera ha sido, a priori, una de las grandes beneficiadas con la nueva reforma de la normativa básica ambiental de nuestra comunidad. Las novedades recogidas por la nueva Ley 8/2014, de 14 de octubre que modifica la famosa y omnipotente 11/2003 de Prevención ambiental de Castilla y León, o más bien que la reescribe, se acentúan sobre todo en la reducción de los plazos.
En el caso concreto de la apicultura, los asentamientos estantes y de más de 24 colmenas, precisaban ya no solo de un proyecto básico, sino del Informe de la Comisión Provincial de Urbanismo y Medio Ambiente, junto con otro preliminar redactado en la mayoría de los casos por el servicio de Asistencia a Municipios de la diputación correspondiente .Éstos junto con el resto de trámites, aumentaban a casi un año el plazo para la obtención del código de explotación. La compra de enjambres en junio, previamente encargados, traía de cabeza a los apicultores locales, que habiendo iniciado los trámites el otoño anterior, veían como pasaba la primavera, sin poder iniciar la actividad por motivos burocráticos.
Por el contrario, los apicultores trashumantes, amparados hasta ahora por la Ley antigua, podían establecer un asentamiento con la simple comunicación al ayuntamiento, sin proyectos, ni plazos, y en la mayoría de los casos sin un claro análisis de distancias, que si se daba en los estantes, lo que ha provocado no pocos encontronazos y situaciones desagradables.
Pero desde la pasada semana, apicultores estantes y trashumantes, pasan por el mismo rasero ambiental. A partir de ahora ambos casos, tratados como “actividad apícola”, quedan sometidos al régimen de Comunicación Ambiental. Y este régimen, que también se modifica con la nueva Ley, pasa a precisar además de una “Memoria Ambiental” adjunta, entre otra documentación. Memoria ambiental que en el caso de las abejas, al no producirse emisiones de residuos, ni contaminación, deberá recoger como hasta ahora los proyectos, las distancias a los distintos ítems que marca la normativa sectorial apícola, y que por el momento no se deroga.
Igualmente, el resto de actividades ganaderas se beneficiarán de la nueva Ley, menos los corrales domésticos, que sometidos a Comunicación Ambiental, deberán también acompañarse de la mencionada Memoria Ambiental. En este caso concreto, desde Campo Integral hemos diseñado una Memoria Ambiental “Simplificada”, que facilitará el trámite al promotor sin encarecer en gran medida su coste.
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